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El CPLV UEMC campeón de la Copa Princesa

El CPLV UEMC campeón de la Copa Princesa

El filial femenino se ha alzado con el torneo al imponerse en la final al Fénix Madrid (1-0).

 El CPLV UEMC logró alzarse con la Copa Princesa femenina tras imponerse en la final disputada en el polideportivo Canterac al Fénix Madrid. El filial vallisoletano ratificó su favoritismo en una competición en la que no puede haber fallos y en la que se impuso primero en su semifinal al Tres Cantos B por 1-0, mismo resultado que este domingo ante el otro conjunto de la capital. Por otro lado, el Molina Sport canario se alzó con su primera Copa del Rey tras ganar en una igualada final a Espanya (2-1).

Tras el amargor de ver cómo el Caja Rural CPLV se quedaba sin disputar la final de la Copa del Rey, las esperanzas del club estaban en el filial femenino, conjunto que lidera la Liga Oro y que tenía que lidiar con el papel de favorito que le daba todo el mundo en la Copa Princesa, torneo que se ha disputado de forma paralela en Canterac. El sábado se impuso en la semifinal al Tres Cantos B con un gol de Jimena Díez en la recta final de su encuentro. Y hoy le esperaba el Fénix Madrid, que había dado la sorpresa al eliminar al Vila-Real en la tanda de penaltis.

Las de Andrés Portero sufrieron, cómo no podía ser de otra forma, en la final pero acabaron levantando el título gracias a un gol de Paula Prado, flamante campeona del mundo sub 18 de hielo con la selección española. El tanto, en la recta final de la primera parte, fue suficiente pese a los intentos de las vallisoletanas por abrir más brecha y de las madrileñas por lograr la igualada.

El encuentro, con pocas expulsiones y con la tensión de tener una Copa en juego, sirvió para ver cómo la cantera vallisoletana sigue dando sus frutos, con muchas jugadoras de 14 y 15 años entre las elegidas.

El conjunto vallisoletano cedió ante un serio Espanya (0-2) en un Canterac hasta la bandera.

El Caja Rural CPLV no pudo revalidar su título de la Copa del Rey al perder en las semifinales ante un serio Espanya (0-2). Los vallisoletanos querían ganar de nuevo en su casa, en Canterac, donde se está jugando el torneo del KO, pero se toparon con un conjunto mallorquín al que le volvió a salir un encuentro redondo, con el portero Martin Antala como gran protagonista.

Tras un duro encuentro por la mañana ante Metropolitano, con victoria por 5-3, al Caja Rural CPLV le tocó en semifinales un Espanya en muy buen estado de forma y que a finales de enero ya había derrotado a los vallisoletanos en Palma. El partido comenzó de poder a poder. El conjunto vallisoletano fue el primero en avisar. A los dos minutos y medio, Olmo Ercilla se topó con el palo en una rápida combinación. Los dos rivales se conocen de sobra y juegan de forma muy parecida, ‘escondiendo’ la pastilla detrás de portería, esperando el fallo o el error de la marca en el otro equipo. Así llegó el 0-1 del Espanya. Un despiste en la marca dejó solo a Fernando Serrano, que no perdonó de tiro cruzado a los 7 minutos. El gol dejó un poco tocado al cuadro pucelano, que se fue rehaciendo buscando el empate desde lejos, encontrándose con Martin Antala una y itra vez. Y en el otro lado, era Jerry Kaukinen el que salvaba el segundo in extremis en una inferioridad.

Como si de una partida de ajedrez se tratase discurrió la segunda parte. Dos de los mejores equipos de España se jugaban una plaza en la final de la Copa. Un error podía suponer el segundo o la igualada. Jerry Kaukinen volvió a evitar el 0-2 en el minuto cinco en una llegada solo de Jean Paul Bejarano. Mientras el Caja Rural CPLV no lograba aprovechar su segunda superioridad, las mismas que había gozado su rival.

Quedaban diez minutos. Todo un mundo en el hockey línea. Los vallisoletanos se lanzaron a por el empate con todo, sabedores de que tenían que ir a por la igualada. Que no había margen para el error. Mientras, los mallorquines jugaban con esa desesperación de los de empatar, sin arriesgar y encomendándose a Antala, hoy sin fallo, esperando su acción. Ésta llegó a dos minutos y medio para el final, con un mano a mano con Kaukinen de Charles Baldwin. El americano no falló y, pese a arriesgar con portero-jugador en el tiempo restante, el cuadro vallisoletano acabó cediendo y sin final.

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